LA FIESTA DE LOS PASAJES EN LA CÁMARA DE SENADORES


Buenos Aires - En el Senado Nacional sigue el festival de canje de pasajes aéreos y terrestres que reciben los parlamentarios y que luego cambian por dinero cuando no son usados, lo que representa un sobresueldo que llegan hasta $91.140 por mes, los Senadores por Tierra del Fuego Miriam Boyadjian (MPF), Julio Catalan Magni y Jose Ojeda (FPV) entre los que canjean los pasajes para obtener más dinero.

En medio de la recesión, los ajustes presupuestarios y los salarios atrasados, hay algo que no cambia: el festival de canje de pasajes en el Senado Nacional. A pesar de las promesas públicas de acabar con este insólito sistema, todo sigue igual. O peor: el monto que se otorga a los legisladores a cambio de cada pasaje de avión aumentó en el último año otro 30 por ciento. Así, los senadores que deciden canjear todos los pasajes aéreos y terrestres de los que disponen cada mes se llevan hoy un sobresueldo del 72 por ciento. 

El salario actual de los senadores nacionales, compuesto por la dieta y los gastos de representación, es de $184.504,35 . Tras los descuentos por seguridad social y el impuesto a las ganancias, les quedan en mano $126.600, 49.

Así, quienes canjean la totalidad de sus pasajes aéreos y terrestres se llevan un adicional de $91.140 cada 30 días –equivalente a 7,3 salarios mínimos– y redondean un total de $ 217.740,49 mensual de salario de bolsillo.

Los Senadores por Tierra del Fuego Miriam Boyadjian (MPF) (79 pasajes), Julio Catalan Magni (20 pasajes) y Jose Ojeda (FPV) (20 pasajes), canjearon en total 119 pasajes aereos y solo 10 pasajes terrestres que lo hizo el senador Ojeda.


La entrega de pasajes a los legisladores nacionales comenzó con el retorno de la democracia en los años 80. El objetivo original era que pudiesen trasladarse a Buenos Aires los senadores y diputados del interior del país. Sin embargo, con el paso de los años y con el consenso de las principales bancadas, la cantidad de pasajes disponibles fue creciendo – así como la posibilidad de transferirlos o canjearlos por un monto de dinero cada vez más grande – hasta que el sistema terminó por convertirse en un artilugio legal para suplementar el ingreso de los legisladores lejos del escrutinio público. Esto no sólo alcanza a los legisladores del interior, sino también a los porteños y bonaerenses, que reciben la misma cantidad de pasajes. Y no sólo a ellos, porque también disponen de tickets las autoridades administrativas de la Cámara y de los bloques.

El sistema recién entró en tensión a comienzo del año pasado, luego que un informe periodístico revelara el dinero que se estaban llevando diputados y senadores al canjear sus pasajes. Las autoridades de ambas cámaras se comprometieron entonces públicamente a acabar con esta práctica.

En la Cámara baja, Emilio Monzó acordó con el resto de las autoridades una fórmula para ponerle fin al demonizado canje sin perder la mayor parte de sus beneficios. Hasta entonces, los diputados que canjeaban todos su pasajes se llevaban un adicional de $40.000. En el nuevo esquema, los diputados deben elegir una vez al año entre un menú de cuatro opciones de adicionales por movilidad que combinan diferentes cantidades de pasajes transferibles e intransferibles y dinero en efectivo. La mayoría de los diputados optaron por la "opción 4" que consiste en recibir cada mes $30.000 en efectivo y 10 pasajes de avión intransferibles. Así, el 75% de lo que antes se percibía por canje quedó incorporado directamente al salario como "gastos de movilidad", incluso para los legisladores que viven cerca del Palacio del Congreso y raramente viajan al interior.

En la Cámara alta se intentó una modificación similar, pero las conversaciones de Gabriela Michetti con los líderes de las diferentes bancadas se estancaron, según confiaron fuentes del Senado, y el sistema se mantuvo intacto hasta hoy.

Los senadores nacionales canjearon el año pasado 8.375 tickets aéreos y 3.056 terrestres, un total de 11.431 pasajes que les entregó la Cámara alta para trasladarse por el país pero que prefirieron cambiar por efectivo, aprovechando el beneficio del curioso sistema que rige en el Senado Nacional y les permite sumar hasta 91.140 pesos de sobresueldo.

Cada senador recibe 20 pasajes de avión y otros 20 de ómnibus al mes para viajar al destino de cabotaje que desee. Los puede utilizar personalmente o dárselos a un asesor, familiar o amigo. Hay quien se lo otorga a algún militante o allegado de su distrito que necesita viajar y no tiene dinero. Pero muchos prefieren canjearlos por dinero en efectivo y complementar los $184.504,35 ($126.600,49 netos) que perciben como salario mensual.

De acuerdo a la reglamentación, se pueden canjear la totalidad de los pasajes de avión pero sólo la mitad de los terrestres. En total, son entonces 360 tickets (240 aéreos y 120 terrestres) que pueden transformarse en cash cada año. Nueve senadores lo hicieron en 2018.

El valor de canje de cada pasaje aéreo fue de $3.401 durante los primeros cinco meses de 2018 y luego aumentó a $4.437. Pero nada obliga a canjear los pasajes durante el mes en que se otorgan. Se pueden acumular y cambiarlos todos a fin de año, al valor de ese momento. Los pasajes terrestres, en cambio, se canjean hace años por $240 cada uno.

Así, según en qué mes del año hayan hecho el trámite, los nueve senadores que lideraron el ranking se llevaron en 2018 entre $990.080 y $1.093.680 de sobresueldo.

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