EL CECU PROTEGE A LADRÓNIMA

Ushuaia - Luego de las declaraciones de un dirigente del CECU, defendiendo a la firma La Anonima en Ushuaia y desmentir despidos y catalogarlos solo como arreglos económicos entre empleados y la empresa, un empleado del supermercado desmintió al Centro de Empleados de Comercio de Ushuaia.

Pablo Ceballos, desmintió las declaraciones del secretario gremial del CECU Luis Salguero, y en dialogó con Radio Nacional expuso la situación que están viviendo en las sucursales de la capital fueguina.

La semana comenzó con la noticia de 38 despidos en el supermercado, de los cuales 27 eran de Río Grande y 11 de Ushuaia, según había informado el secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Río Grande, Daniel Rivarola. Sin embargo al día siguiente desde el gremio capitalino, el dirigente Luis Salguero negó que hubiera desvinculaciones y además defendió a la empresa indicando que cada trabajador le cuesta a la firma más de 125 mil pesos y que bajaron mucho las ventas.

El trabajador de La Anonima, que se desempeña como cajero, contó que “se sorprendieron” junto con sus compañeros al leer las declaraciones de Salguero, porque son más de 30 los despidos en lo que va del año y efectivamente hubo 11 en julio. “Es una falta de respeto lo que dijo Salguero, porque desde febrero de este año los despidos vienen siendo bastante masivos. No fueron ni dos ni tres. Este mes que pasó, desde el 10 al 26, calculamos que hubo más de 11 despidos en las sucursales de Ushuaia. Además hubo bajas en el sector de depósito, donde los empleados están nucleados en el gremio de Camioneros”, dijo.

“Los despidos se están dando en cada cierre, desde el día 10 al 15 de cada mes, o del 20 al 26. Ahí se empiezan a largar todos los telegramas”, puntualizó.

Afirmó además que la conducción del CECU estaba al tanto de las desvinculaciones “desde febrero”, cuando se reunieron con la gerencia del supermercado y recibieron “un listado” del personal que sería despedido. “El señor Salguero junto con el actual funcionario de la Municipalidad de Ushuaia y ahora concejal electo Gabriel de la Vega, en febrero vinieron a La Anónima a hablar con la gerencia y se les dio un listado. Ellos sabían las personas que se iban a despedir, es decir que fueron informados de los despidos que iba a haber. A los dos o tres días empezaron a llegar los telegramas. Esa misma semana el señor De la Vega hizo entrar a su propio hijo en la empresa”, reveló.

Expuso el temor no solamente a represalias de la empresa sino del propio sindicato. “Nadie quiere hablar, los compañeros me apoyan con lo que digo, pero también ven que es su fuente de trabajo y, si hablan, los echan. Hay una compañera que vino con un certificado de epilepsia y le dijeron desde la empresa que, si volvía a presentar un certificado médico, no le garantizaban la continuidad. Durante el año pasado hubo muchas personas que ingresaron en la ART por enfermedades profesionales, como las tendinitis en la línea de caja, hernias de disco. A esa gente que se ha lastimado porque hace años que trabaja en La Anónima, no la protegieron y fueron la mayoría de las personas luego despedidas. Si una persona tiene un accidente laboral, la empresa la debe cuidar y sobre todo el gremio, pero no tenemos respaldo. Hace cuatro años que la gente del CECU no venía a las sucursales y vino este año por las elecciones. Ganaron las elecciones y no aparecieron más”, cuestionó.

“Estamos totalmente desprotegidos y lo único que nos dicen algunos delegados es que cuidemos el trabajo porque la mano viene complicada. Yo no tengo el número exacto de despedidos este año, pero puedo asegurar que fueron más de 30 personas”, remarcó.

Consideró que no alcanza con que se pague el ciento por ciento de las indemnizaciones y que debería intervenir el gremio, por ejemplo con acuerdos de reducción horaria para preservar el trabajo. “A ninguno de los chicos que han despedido los llamó el gremio para ver si le liquidaron bien. Ni siquiera vinieron a La Anónima a avisar que iba a haber despidos. Los dos, Salguero y De la Vega, bajaron de la oficina de La Anónima y al otro día empezaron los despidos. Estos casos son todos de comercio y todos tenían el descuento sindical”, precisó.

El trabajador advirtió que no terminó la sangría en las sucursales de Ushuaia, porque “se sabe que va a haber más despidos. Hay comentarios de otros compañeros que tienen conocidos y dicen que todavía va a haber un achique de 15 personas más. Como empleados estamos totalmente desprotegidos y los chicos están con miedo”, concluyó.