CAMINO SIN RETORNO

Ushuaia - Mientras por un lado el Gobierno Provincial, de forma constante reitera la existencia de una crisis provincial agravada por las medidas del Gobierno Nacional, la gestión de Rosana Bertone, solo sabe de ajustes encubiertos, congelamiento de salarios, y tomas de deuda para llevar adelante obras faraónicas. 

Esta vez se tratara en la sesión de la legislatura convocada por el Vicegobernador Juan Carlos Arcando para este viernes 13 de Julio el endeudamiento de más de mil cien millones de pesos – 1.100.000.000 – destinados a obras en las escuelas de Rio Grande, Lago Escondido, y Ushuaia, mejoramiento y escaleras de emergencia en los edificios de Chacra II y III de Rio Grande, y las obras de cloacas y agua en las tres ciudades de la provincia entre otras. 

Las obras proyectadas tendrían como único fin solventar la campaña en 2019 en la búsqueda de la reelección, pretendiendo sacarse fotos al inicio de las obras,  tal y como nos acostumbró en las elecciones legislativas de 2017, muchas de las obras que se encuentran proyectadas son pequeños pero costosos arreglos en las Escuelas de Río Grande. 

Clara está la intencionalidad de esta nueva toma de deuda, mientras el país se retrae y los recursos cada vez son más escasos la provincia asume compromisos de sumas siderales que deberán ser consideradas desde ahora, ya que su impacto será en un futuro no muy cercano. 

A este endeudamiento se le deben sumar los 200 millones en dólares de deuda externa, 12,5 millones de dólares la deuda tomada para comprar las turbinas a Sullair, endeudándose así mas de 15 mil millones de pesos. 

El camino emprendido Bertone, parece ser uno sin retorno, en donde compromete el futuro de las próximas generaciones de fueguinos por un lado, y pregona a todo aquel que quiera escucharla a los cuatro vientos la existencia de una situación de crisis constante que es la que la lleva a tomar este tipo de cuestionables medidas.

Mientras tanto, desde Nación el Gobierno de Mauricio Macri avizora tiempos de vacas flacas, metas económicas no cumplidas, y disminución de beneficios para las provincias. Pareciera que la realidad nacional le es ajena a la provincia, y para cuando se quiera poner un freno a estas medidas ya será demasiado tarde y el futuro de los fueguinos estará hipotecado para siempre, convirtiéndonos en esclavos dependientes de los humores del poder ejecutivo federal.