COMENZÓ LA OBRA DE LA RUTA COSTERA

Ushuaia - La empresa Gancedo, financista de la campaña a gobernadora de Rosana Bertone, comenzó con obradores y marcas el cuestionado Corredor Costero del Beagle. Pero fuera de la legalidad: expropiaciones que no se pagaron aún, fueron fijadas por el Tribunal de Tasaciones de la Nación (corresponde al nivel provincial), y un pedido de informes de la Dirección Nacional de Bosques.

Instalar obradores y estacas en una propiedad privada. A la que además se le fijó una expropiación en un organismo que no correspondía, y que tampoco se pagó. Con un amparo de la Justicia que debe ser contestado tras la feria judicial. En cualquier país del mundo, todo ello sería violación de la propiedad privada. En Argentina también, aunque son tantas las urgencias que en Tierra del Fuego esto pasa desapercibido.

Esto es lo que ocurrió, en las últimas semanas, con el llamado Corredor Costero del Beagle. Una obra cuestionada por los ambientalistas, un centro de estudios del Conicet especializado en arqueología, con un pedido de informes de la Dirección Nacional de Bosques, y con los dueños de los terrenos a expropiar que ven cómo les quieren pagar menos de 13.000 pesos la hectárea.

Todo, para que la principal empresa beneficiaria de obra pública en Tierra del Fuego justifique el adelanto de $ 259 millones que cobró. Nada menos que Juan Felipe Gancedo S.A., la empresa que, por pedido de Julio De Vido, financió la campaña de Rosana Bertone cuando ganó la gobernación de “la Isla” en 2015.

Gancedo ya avanzó con la instalación de estacas demarcatorias y obradores, en lo que sería el trazado de la ruta, incluyendo la destrucción de bosques nativos (únicos e irrecuperables) y de yacimientos arqueológicos de 7.800 años que tienen la misma condición.

Este avance de obra (si es que constituye tal) se da sobre condiciones ilegales. Por un lado, los dueños de las estancias afectadas sólo recibieron cédula de notificación sobre la expropiación de sus terrenos.

Pero con precios fijados por el Tribunal de Tasaciones de la Nación (TTN), cuando debería haberlos establecido un organismo provincial. A precios irrisorios, por ejemplo $ 323.000 por las 25 hectáreas de la Estancia Río Encajonado. Y fijados cuando el dólar estaba debajo de los 20 pesos.

Como si todo ello no fuera suficientes, las expropiaciones no sólo son a precio vil, sino que ni siquiera se pagaron a los dueños de las estancias Harberton, Túnel o Río Encajonado, entre otras. 

Y, además, en el caso de esta última, la dueña presentó un amparo judicial alegando que el precio de expropiación debe ser fijado por una instancia provincial y no nacional. Como la Justicia está de feria, ese amparo no fue contestado aún (ni positiva ni negativamente), pero igual se dieron los primeros pasos para iniciar la obra.

“Ya estamos curados de espanto con Bertone. Pero la realidad es que se trata de una violación de la propiedad privada. Distinta sería la historia si el precio de expropiación hubiera sido fijado por la Provincia, si el mismo se habría pagado, y sin cuestionamientos en la Justicia”, detalló uno de los dueños afectados, pidiendo reserva de su nombre por temor a un gobierno con rasgos de intolerancia.

Como si todo ello no fuera suficiente, la Dirección Nacional de Bosques, con firma de su titular Juan Pedro Cano, mandó una nota a dos funcionarios provinciales pidiendo “la traza efectiva” del Corredor Costero del Beagle, si “afectará zonas de bosque nativo”, y “si se llevó adelanto el proceso de evaluación de impacto ambiental”.

Como esto último no ocurrió, y el trazado contempló un ancho de 50 metros (cuando alcanzaría con 10 o 12), las autoridades fueguinas interpeladas (Mauro Pérez Toscani y Leonardo Collado) no contestaron aún. La nota es del 4 de diciembre último, y difícilmente haya una respuesta seria y fundamentada sobre el tema.

Mientras tanto, la empresa Gancedo cobró su adelanto de $ 259 millones y realiza un simulacro de avance de obra. Contra toda legalidad.