COMO GANADO

Tierra del Fuego - El deterioro del sistema de salud en la Provincia avanza a pasos agigantados, cada vez es más difícil para los vecinos de la provincia conseguir asistencia médica en los hospitales regionales. Mientras tanto los centros de atención primaria de salud - "CAPS -", carecen de los insumos necesarios para las prestaciones más básicas de salud.

Los publicitados turnos Online se consiguen a muy largo plazo, y solo el primer dia de la semana, las guardias no funcionan correctamente y la lista sigue. La obvia conclusión es que los servicios de salud están colapsados y no hay un panorama de soluciones a la vista. Por su parte, el personal administrativo y profesional hace lo que puede administrando la miseria, esto es lo que sucede cuando las compras y contrataciones no tienen sentido, y se compra tecnología que no ayuda realmente en lo cotidiano a los trabajadores de la salud, esto no ocurre ni siquiera en el conurbano bonaerense.

Mientras tanto la obra de ampliación del Hospital Regional Ushuaia continúa paralizada, esto se debe a graves problemas en las características y propiedades de la cimentación del suelo que surgieron a raíz de no haberse llevado adelante los estudios necesarios. Sin importarle eso se adjudicó una obra sin el debido estudio, se sacaron las fotos, y se publicitaron las fotos de como sería el "Nuevo Hospital", la única verdad es la realidad y la realidad marca que la obra hoy, se encuentra paralizada y generando cuantiosas pérdidas al estado. Sin embargo nada de ello se publica en los medios, que como silenciosos espectadores eligen el guardar silencio ante estas realidades.

La otra cara de la moneda, es un Ministerio de Salud rico, que gasta cuantiosas sumas de dinero en alquilar y equipar locales, en comprar tecnología de punta en  algunas áreas sin profesionales que lo puedan usar, en emitir pasajes y viáticos permanentemente para sus funcionarios, en definitiva los funcionarios se encuentran en una realidad diferente, que nada tiene que ver con la agonía que tienen que sufrir los pacientes que concurren al hospital público.

Son tantas las irregularidades que algún desprevenido iluso concluiría que se trata de desidia por parte de políticos y funcionarios provinciales, a quienes no les importan en lo más mínimo las necesidades sanitarias del pueblo, tratandonos como ganado.